El movimiento cooperativo tiene una larga historia y ha sido el gestor de mucho desarrollo a nivel mundial, sobre todo por las características que enmarca la vinculación entre quienes participan en él y los beneficios que alcanzan sus inversiones además del impacto en la comunidad.
El movimiento cooperativo también es denominado como: Cooperativismo o Movimiento de cooperativas y está presente en una gran cantidad de países bajo la fórmula de organizaciones orientadas a un fin común, establecido por la naturaleza de la comunidad que la representa o lidera.
La cooperación de sus integrantes en el rango económico y social como medio para lograr que los productores y consumidores, integrados en asociaciones voluntarias denominadas cooperativas, obtengan un beneficio mayor para la satisfacción de sus necesidades es a buena cuenta, el punto clave para entender su desarrollo y difusión.
Está representado a una escala mundial a través de la Alianza Cooperativa Internacional. Con varios precedentes a lo largo de la historia (en 1769, se había fundado la cooperativa de consumo de la Sociedad de las Hilanderas de Fenwick o "Fenwick Weavers' Society", en East Ayrshire, Escocia), y con las excepciones teóricas y prácticas recientes, de los socialistas utópicos, el punto de partida efectivo del movimiento cooperativo se inicia el 24 de octubre de 1844 en Inglaterra cuando un grupo de 28 trabajadores 27 hombres y 1 mujer de la industria textil de la ciudad de Rochdale que se habían quedado sin empleo tras una huelga, constituyeron una empresa que se llamó Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale, a la cual aportaron cada uno la cantidad de 28 peniques.
Estos primeros cooperativistas, conocidos como los Pioneros de Rochdale se dotaron de una serie de normas que presentadas ante la Cámara de los Comunes del Reino Unido fueron el germen de los principios cooperativos.